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jueves, 7 de noviembre de 2013

El gato con botas

 Un maravilloso cuento que nos narra las aventuras de un valiente gato, que busca agradar a su amo que cree que el no sirve para nada y, que se vive quejando por la herencia que le dejo su padre, precisamente, fue ese gato.
http://www.youtube.com/watch?v=dMF-Wbw-330

El honrado leñador

    
    Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayo el hacha al agua.

 Entonces empezó a lamentarse tristemente: ¿Como me ganare el sustento ahora que no tengo hacha?

Al instante ¡oh, maravilla! Una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al leñador:

Espera, buen hombre: traeré tu hacha.

  Se hundió en la corriente y poco después reaparecía con un hacha de oro entre las manos. El leñador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergió la ninfa, para reaparecer después con otra hacha de plata.

Tampoco es la mía dijo el afligido leñador.

 Por tercera vez la ninfa busco bajo el agua. Al reaparecer llevaba un hacha de hierro.

¡Oh gracias, gracias! ¡Esa es la mía!

 Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza a la mentira y te mereces un premio.

http://www.pequelandia.org/cuentos/cortos/honrado.htm

El muñeco de las nieves

·Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.

   La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea de moldearla.

  Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.

  Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...

  Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas cálidos... El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.


  Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.
   
    http://www.pequelandia.org/cuentos/cortos/nieve.htm